domingo, 10 de abril de 2011

Dieta y estabilidad emocional

La dieta está relacionada con el equilibrio emocional e, incluso, con el riesgo de padecer depresión.

La mayor parte de los estudios que relacionan la alimentación y el estado de ánimo están centrados en el papel de los distintos nutrientes por separado, en especial el de los ácidos grasos omega-3 y el de algunas vitaminas del grupo B, pero no tanto en el perfil general de consumo de alimentos. Un artículo publicado en noviembre de 2009 en la revista "British Journal of Psychiatry" pone de manifiesto que, entre la población de mediana edad, un patrón de consumo caracterizado por una ingesta elevada de alimentos procesados (con dietas ricas en azúcares y grasas) está más asociado con desequilibrios emocionales, e incluso cuadros de depresión, que otros patrones dietéticos diversificados y caracterizados por un mayor consumo de frutas, verduras y pescado. No es casualidad que estos alimentos sean portadores de nutrientes que equilibran el sistema nervioso y el tejido neuronal.

Nutrientes y bajo estado de ánimo

La correspondencia entre dieta y salud está desde hace tiempo muy bien asentada en la evidencia científica. Esta relación no solo hace referencia a las enfermedades somáticas (patología cardiovascular, diabetes, etc.), sino que engloba trastornos de índole psíquica, como la ansiedad, el estrés, el bajo estado anímico e, incluso, la depresión.
En los últimos años, se ha hecho especial énfasis en la importancia del aporte de determinados componentes de los alimentos por su asociación con el equilibrio en el plano emocional. Se han identificado las vitaminas del grupo B implicadas en el metabolismo de la homocisteína, como B6, B9 y B12, y los ácidos grasos omega-3, con un especial rol en el desarrollo de trastornos emocionales y síntomas depresivos.



Aunque esta asociación no se pueda obviar, recientes artículos publicados sobre esta materia inciden en la necesidad de realizar más estudios con el fin de establecer una relación causa-efecto clara. Al parecer, hasta la fecha, los resultados no son concluyentes como para poder hacer una recomendación directa a la población. Estas deficiencias se detectan en varias investigaciones, como la publicada en febrero de 2008 en "Nutrition", que puso en evidencia que una mayor ingesta dietética de folatos se asociaba con una menor prevalencia de síntomas depresivos entre la población masculina, pero no así entre las mujeres. Incluso otros estudios, como el publicado en agosto de 2008 en la revista "European Journal of Clinical Nutrition", no han encontrado vínculo entre el bajo consumo de estas vitaminas, los altos niveles de homocisteína y la depresión, en una población de 332 adultos sanos entre 70 y 90 años. 
Con respecto a los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, una revisión sobre esta materia publicada en marzo de 2010 en la revista "American Journal of Clinical Nutrition" concluye que resulta difícil realizar recomendaciones claras en cuanto al papel de estos nutrientes en la depresión, debido al carácter heterogéneo de las pruebas clínicas realizadas hasta la fecha. Parece ser que la actual evidencia apunta a un potencial efecto beneficioso de los omega-3 en pacientes con enfermedad depresiva diagnosticada, pero no así en el caso de individuos sin un diagnóstico previo.

Adolescentes con depresión y estrés

Las exigencias académicas y la necesidad de sentirse aceptados son algunos de los factores que más influyen en el desarrollo de estos trastornos

En la adolescencia, problemas psicológicos como la depresión o el estrés no siempre se manifiestan con las señales características en los adultos. En muchas ocasiones, la depresión queda enmascarada bajo otros síntomas, como agresividad o irritabilidad. Por este motivo, se aconseja a los padres que estén atentos a los cambios de humor de sus hijos y fomenten la comunicación con ellos. 


La depresión y el estrés son dos de los problemas de salud más importantes en la actualidad. Y los adolescentes, inmersos en una etapa de cambios cruciales, también los sufren: uno de cada cinco padece sus consecuencias. El estrés es la respuesta automática y natural del cuerpo ante las situaciones que resultan amenazadoras o desafiantes. El entorno está en constante cambio y hay que adaptarse de manera continua. Sin embargo, cuando el estrés es excesivo pueden desarrollarse problemas psicológicos, como trastornos de ansiedad o depresión



Señales habituales 

Entre las señales del estrés habituales en esta franja de edad figuran taquicardias, aumento de la agresividad, abuso de sustancias tóxicas, como el alcohol o las drogas, y el desarrollo de alguna enfermedad física. Como destaca Esther Calvete, profesora de psicología de la Universidad de Deusto, "el estrés responde a una situación de desajuste vital". Esta situación que lo genera es muy variada: un examen en el instituto, discusiones con los amigos o la separación de los padres. Cuando el estrés es intenso, según las peculiaridades de cada individuo, pueden surgir síntomas de diversa naturaleza: ansiedad, depresión o conducta agresiva, entre otras.
Los síntomas de la depresión en los más jóvenes pueden ser diferentes a los manifestados por adultos. No es sencillo diagnosticar una depresión durante la adolescencia, ya que en esta etapa son habituales los altibajos en el estado de ánimo. Además, indicios tan típicos de la depresión como tristeza, problemas para dormir o falta de autoestima pueden estar enmascarados por una conducta desobediente, discusiones frecuentes, consumo de drogas, etc.
En estos casos, explica Calvete, los adultos pueden interpretar que el problema del joven es de una naturaleza distinta a la depresión, pese a que un diagnóstico correcto es el paso previo necesario para una intervención adecuada. El adolescente puede mostrarse triste y apático, aunque en ocasiones manifiesta irritabilidad y reacciona de manera brusca hacia las demás personas. "Estos cambios emocionales se acompañan de pensamientos negativos o falta de autoestima, se siente rechazado o sin esperanza de que las cosas mejoren. En ocasiones, los pensamientos incluyen ideas de suicidio", añade la experta. 

Impacto de la contaminación en la salud

Altos niveles de polución se relacionan con un aumento de la mortalidad por infartos, cardiopatía isquémica o ictus


Los ancianos y las personas con enfermedades del corazón y respiratorias son algunos de los grupos de población más vulnerables frente a la polución del aire urbano. Las alarmas que han saltado por el aumento de los niveles de contaminación en las dos mayores urbes españolas, Madrid y Barcelona, están plenamente justificadas, según los expertos, ya que cada vez más estudios científicos confirman que las partículas contaminantes son un factor más de riesgo para la salud. Los expertos advierten de que la costumbre de salir a pasear, pedalear o realizar cualquier otro ejercicio intenso en los días claros, de buen tiempo y sin que sople el viento, si se practica en las inmediaciones de las vías de mayor densidad de tráfico, puede ser más nocivo que beneficioso para la salud. 

Varios días del mes de febrero han saltado las alarmas por la elevada contaminación del aire registrada en las dos mayores ciudades españolas, Madrid y Barcelona. El causante ha sido un anticiclón que, sumado a la falta de viento, ha favorecido que las partículas contaminantes se concentren y estanquen en la atmósfera de ambas localidades, en lugar de dispersarse. Es un fenómeno que solo ocurre algunos días al año, durante los cuales los ayuntamientos piden a los organismos responsables del tráfico que obliguen a reducir la velocidad de los vehículos, ya que éste es el principal responsable de la suciedad del aire.

Pero, ¿es preocupante para la salud este fenómeno? ¿Han estado justificadas las llamadas de atención dirigidas a la población y a proteger a determinados grupos vulnerables? La respuesta de los profesionales de la medicina es, de forma rotunda, afirmativa. "Los niveles altos de polución se asocian a un aumento de la mortalidad global, en general, y de la cardiovascular, en particular, según se ha constatado a través de estudios epidemiológicos, aunque no de ensayos clínicos, que hayan permitido a un grupo respirar aire contaminado y a otro, aire limpio. Pero hay muchos estudios sobre ello", explica José A. Barrabés, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital Vall d'Hebrón, de Barcelona.
Según datos de la SEC, en España se registran cada año 16.000 fallecimientos ligados a la contaminación. Se estima que, si en ciudades del tamaño de Madrid y Barcelona se disminuyera a los niveles que se aconsejan en todo el mundo (entre 25 y 30 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico, según la Organización Mundial de la Salud), sus consecuencias anuales se reducirían de forma notable: en 3.500 muertes y 1.800 ingresos hospitalarios.

Obesidad infantil y dinámica familiar

El funcionamiento familiar, y no solo las características de los alimentos, condiciona los gustos alimentarios de los niños.

El origen de la obesidad infantil no radica solo en un exceso en la ingesta de calorías o en la falta de ejercicio físico. Numerosos estudios demuestran que se relaciona también con dificultades en el funcionamiento de las familias y con problemas para ofrecer contención emocional y conductual. Por este motivo, los especialistas están de acuerdo en que el tratamiento idóneo debe incluir, además de cambios en los hábitos de la vida cotidiana, intervención psicológica que aporte herramientas útiles para enfrentarse a problemas emocionales. 

La obesidad es un problema de salud cada vez más extendido. En España, el número de personas obesas es superior a la media de la Unión Europea (UE), además de ser el segundo país europeo con mayor porcentaje de ciudadanos con exceso de peso: el 33% de ellos sufre sobrepeso y el 15% padece obesidad. Ante estos datos, los especialistas estudian todos los factores que intervienen en un fenómeno tan complejo como éste.

La ingesta excesiva de calorías, una alimentación desequilibrada o la falta de ejercicio físico son aspectos muy importantes. Algunos estudios señalan que las influencias biológicas suponen también entre el 30% y el 70% de los factores que determinan la obesidad. Pero no hay que olvidar otros, como la dinámica de las familias, ya que los últimos resultados científicos apuntan que un peso excesivo se asocia con problemas en su funcionamiento. El 58% de las personas obesas tienen algún familiar que también lo es, mientras que el 14% de las personas que no son obesas cuentan con un familiar obeso.

sábado, 2 de abril de 2011

Profesionales madrileños presentan renovada pirámide de estilo de vida saludable para niños y adolescentes


Un grupo de profesionales de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid han concebido una renovada pirámide de estilo de vida saludable para niños y adolescentes, con el fin de educar y formar en una forma de vida más sana.
Esta pirámide ha tomado un formato tridimensional para que sea más atractiva y sea más facil de interpretar. En total, ya se llevan distribuidos más de 15000 ejemplares en centros escolares en distintos formatos prácticos (recortable tridimensional, CD interactivo, póster, etc.).
Pero además, y como novedad en este proyecto, es que la pirámide se complementará con una guía de padres que se presentará este año en el Congreso Nacional de Pediatría y en el Congreso de Ciencias del Deporte de Pontevedra.
Según se indicó, en el futuro se incrementará el número de unidades para que el mensaje pueda llegar a toda la población y a todos los niños, de distintas condiciones socioeconómicas.
Se busca facilitar de una manera visual, atractiva, clara y positiva una herramienta que ayude a adquirir hábitos de vida saludables y prevenir futuros problemas de salud.
Está Pirámide también está siendo empleada por otros colectivos en actividades formativas como son los Colegios Oficiales de Farmacéuticos Provinciales, consultas de pediatría, consultas de dietistas-nutricionistas, clases de educación fisica, etc.,tanto en España como en otros países.
A  modo de resumen, se puede decir que la información que transmiten los dibujos en los distintos pisos de la pirámide se concreta en: realizar cinco comidas al día -con un completo desayuno incluido-, la ingesta abundante de líquidos, la práctica de deportes, un correcto descanso, no fumar y jugar de manera frecuente. En definitiva, se anima a fomentar una infancia y adolescencia sanas para procurar en el futuro una juventud y vejez también saludables.